Muñochas es una localidad del municipio de Padiernos, en la comarca del Valle de Amblés, provincia de Ávila, Castilla y León, España. Tiene un área de 37 km² y una densidad de población de 0,62 hab./km² . Se sitúa a unos 17 km de Ávila, su capital provincial. Se accede por la carretera de Plasencia, por Piedrahíta y Barco de Ávila. El pueblo se encuentra situado en el lado norte del valle del Amblés desde dónde se denomina la impresionante mole del castillo de Aunqueospese, del pico Zapatero y La Serrota.
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Muñochas | ||
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País |
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• Com. autónoma |
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• Provincia |
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• Comarca | Valle del Amblés | |
• Partido judicial | Ávila | |
• Municipio | Padiernos | |
Ubicación | 40°37′00″N 4°52′15″O | |
• Altitud | 1.131 msnm | |
Superficie | 37 km² | |
Población | 23 hab. (INE 2020) | |
• Densidad | 0,62 hab./km² | |
Gentilicio | Muñocense-a | |
Código postal | 05520 | |
Alcalde (2019) | Iván Martín Hernández (Padiernos) | |
Patrón | San Sebastián | |
En 2010 contaba con una población de 24 habitantes, de los cuales 13 son varones y 11 son mujeres (INE 2010).
Los últimos datos registrados del Instituto Nacional de Estadística (España) suponen una disminución del censo demográfico a 23 habitantes.[1]
Gráfica de evolución demográfica de Muñochas entre 1900 y 2020 |
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Fuente Instituto Nacional de Estadíatica de España |
El nombre de Muñochas viene del vasco muño-etxea o la casa de muño, ya que se denomina que el pueblo perteneció a los vascos Xavier y muño.
Para conocer más acerca de este municipio de la provincia de Ávila, a mediados del siglo XVIII, entre 1750 y 1754 todas las poblaciones de "Las Castillas" fueron sometidas a un interrogatorio constituido por 40 preguntas acerca de factores importantes para los municipios. Esta visión del Reino de Castilla es una pequeña parte de una averiguación de mayor envergadura, el llamado Catastro del Marqués de Ensenada, puesta en marcha por el Real Decreto de Fernando VI de 10 de octubre de 1749.[2]
Se realiza a todos los pueblos de la comarca de Castilla con el fin de calcular la renta local, la provincial y la del Reino. Muñochas fue uno de los pueblos que se sometió a este cuestionario de 40 preguntas, sin embargo en este caso solo se contestaron a una media de 20 preguntas, ya que muchas de ellas se contestaban juntas.
Las respuestas recogidas por técnicos y peritos constataban que el verdadero nombre en esa época del municipio era "Muñochas y las casas" y que así se asentaba en la jurisdicción de la ciudad de Ávila. Su geografía situaba al municipio en dirección de levante a poniente, rodeado por tres de sus costados. Por el lado sur se encontraba con el municipio de Solosancho, por poniente con Muñogalindo y por levante limitaba con Padiernos. El tipo de tierra que se trabajaba en este municipio se componía de alrededor de 400 sembrados de secano de buena calidad y que se labraba de dos a dos años. Sin embargo, lo que no era común en este terreno era la siembra de árboles frutales, solo se encontraban árboles como los cipreses o los álamos negros que no daban frutos.
En relación con los impuestos y valores de arriendos anuales, cada uno de los vecinos pagaba un diezmo, y este iba incrementando dependiendo de los arriendos con los que contasen. Por ejemplo, se pagaban 78 reales por el trigo, 63 por el centeno, 39 y medio por la plantación de garbanzos y 25 por otros alimentos y materiales tales como el lino y los pollos. A mediados del Siglo XVIII la población de Muñochas era muy escasa, no existía casa de campo y tan solo contaban con 12 vecinos y 11 casas ocupadas por estos. Había 4 casas más que estaban desocupadas y pasaban a ser propiedad de los ganaderos. En relación con la última pregunta contestada, se referían a los gastos en común, que se convertían en impuestos para la Casa Santa de Jerusalén, para el hospital de Inocentes de Vall y para los servicios del cura o las celebraciones en honor al patrón San Sebastián.[3]
En 1993, a partir de la realización de visitas sanitarias y comprobaciones en relación con la Orden dictada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación , la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León concede el Título de[4] "Agrupación de Defensa Sanitaria"[5] a la agrupación de "Muñogalindo" que incorpora los municipios de Muñochas, Muñogalindo, Santa María del Arroyo y Sotalbo, todos ellos en la provincia de Ávila.[4]
Muñochas es una pedanía de Padiernos, aunque hasta los años 70 tuvo su propio ayuntamiento. Los datos oficiales del censo electoral del Ayuntamiento Muñochas se recogen en el Archivo Histórico del municipio de Padiernos. En todos estos documentos se encuentran algunos informes acerca de las elecciones municipales y provinciales del Consistorio antes de su incorporación como pedanía de Padiernos.
Las peculiaridades de los pueblos de Castilla se hacen eco en este municipio, donde los alcaldes elegidos desempeñaban su cargo durante décadas y, por eso, no se recogen gran variedad de datos de la vida política de Muñochas.
El proceso de incorporación voluntaria de Muñochas como pedanía de Padiernos, formando parte de su ayuntamiento se produjo a lo largo de dos años. Las primeras acciones se emprendieron en 1974, pero no fue hasta 1976 cuando Muñochas pasó a formar parte íntegramente de Padiernos. Esta incorporación fue fruto de la disminución de población debido a la emigración, por lo que el ayuntamiento no pudo subsistir.
Muñochas cuenta con los típicos lugares de interés de un pueblo del Valle de Amblés de sus características.
Esta construcción concluyó en 1920. Aunque es de estilo Neo-Mudéjar, también cuenta con imitaciones románicas y góticas. Se convierte así, en una construcción contemporánea a las de viviendas típicas de mediados del Siglo XIX y principios del Siglo XX.
Se trata de una estructura de granito de 123 centímetros de alto y 20 de ancho, a la que años más tarde incorporaron un pie para poder sostenerse. La Estela no se compone de ninguna cruz de material, sino que se encuentra incrustada en la piedra como un recuerdo de un rayo que cayó a esa altura del pueblo.
Es un emplazamiento de pequeño tamaño enumerado en el Diccionario de Bleiberg de mediados del Siglo XX, se encuentra en las afueras de la localidad y está construido sobre una sola planta de material de granito, cubierto por un tejado a doble agua.
En su interior se conserva la fragua propiamente dicha, desde donde se levanta la chimenea que sobresale, lo que permite su visualización desde el exterior.[9]
Este elemento, utilizado para herrar a los animales, conserva los cuatro bloques de piedra alargados, de 2 metros de altura, donde se observan las huellas de algunos de los animales a los que herraron. Tan solo conserva una de las dos vigas transversales de madera en las que se sujetan las correas de cuero.
Se trata de un elemento esencial en la vida del pueblo, ya que él oficio del herrero era imprescindible para el desarrollo de la economía, basada entonces en la agricultura y ganadería. El ayuntamiento de Muñochas, antiguamente cedían tanto él potro como la fragua al herrero gratuitamente para que se encargase de prestar el servicio.
Ambas construcciones, imprescindibles en la antigüedad, se encuentran en el camino de Padiernos. La fuente sirvió durante cientos de años para abastecer de agua a la población y desde donde se alimentaban los lavaderos situados a escasos metros de la fuente y los bebederos para el ganado más próximos. De la estructura original sólo se conserva un frontón del Siglo XVIII, en una única pieza de granito, donde se abre el orificio por donde corre el agua hasta llegar a los demás lugares.
En Muñochas hay un total de tres lavaderos, al aire libre. Cuentan con la estructura necesaria para enjabonar la ropa así como el caño que alimenta los pilones. Se encuentran comunicados entre sí con un canalillo tallado en la parte superior central.
Se trata de un edificio rodeado por otras dos construcciones, una de ellas las escuelas. Se levantaba sobre dos alturas con planta rectangular y contaban las dos como fábricas. La de la planta baja era de granito y la de la planta alta de adobe de revoco.
La planta baja funcionaba como taller, donde se hallaban los tornos y se colocaban las piezas para su secado. En la parte trasera se encontraba el corral, un espacio que servía para amontonar el barro así como el lavadero donde se secaba y el molino donde se depuraba. [10]
En relación con el horno de barro, este se encontraba a escasos metros del alfar aunque en otro espacio del municipio, donde se procedía a trabajar el revoco. Actualmente, él alfar no existe como construcción puesto que en su lugar se han levantado viviendas. En relación con el horno, tan solo se preserva una mínima parte que hace que se reconozca esta construcción.[11]
Estas construcciones se podían encontrar en las fachadas de las viviendas o como una construcción independiente. En este último caso, estaban construidos sobre una planta rectangular sin patio interior. En su tejado, construido a una sola agua sobre la fachada, se alinean los tres huecos palomeros en forma de guardavientos para permitir el acceso a las palomas y su movimiento por el tejado.[10]
Su fiesta mayor es el día 20 de enero, por su patrón, San Sebastián.[12] La cofradía del cristo de la Agonía celebra una fiesta anual al cristo del mismo nombre, tradicionalmente el último domingo de octubre. Pero pensando en que hubiera mejor tiempo y mayor afluencia de gente se trasladó al segundo fin de semana de septiembre, donde cada año se celebra una verbena el sábado por la noche. Ese domingo, se celebra una homilía en la Iglesia de San Sebastián que da paso a una procesión por las calles del pueblo acompañados del paso del Cristo y de una banda de música y todos los feligreses y por último se concentran todos los vecinos en la plaza del pueblo para disfrutar de una comida popular a cargo del ayuntamiento, acompañados de música y bailes tradicionales castellanos como las jotas.[13]
Las costumbres de Muñochas son las propias de un pueblo de Castilla y León Las más conocidas son por ejemplo la popular comida del domingo en la fiesta de San Sebastián, tras la homilía que tiene lugar en la Iglesia de San Sebastián. También en la fiesta del Cristo se celebran con aperitivos, juegos y verbena los sábados por la noche.[13] Otras de las costumbres más comunes en Muñochas son:
Control de autoridades |
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